lunes, 1 de junio de 2015

LA EVALUACIÓN PROSPECTIVA

LA EVALUACIÓN PROSPECTIVA





La evaluación prospectiva remite indudablemente al término, donde proviene de la palabra prospecto, que consiste en la manera de mirar un objeto. Prospectiva tiene su significado basado en un conjunto de pensamientos, objetivos, intereses y lo que se desea alcanzar proyectándolo en un panorama deseable, es decir un esquema estructurado de un futuro el cual, en el caso de un centro escolar, debe ser elaborado en colectivo. El futuro deseable representa la construcción de un esquema mental el cual será plasmado por todos los miembros y constituirá el mecanismo de dirección del centro y en el cual convergerán esfuerzos y acciones tendientes a realizarlo.
El carácter prospectivo en el campo educativo ha cobrado vital importancia hace ya algunas décadas, donde se intenta dejar atrás paradigmas tradicionalistas donde no existe la visión de un futuro deseable. Sin embargo, proyectar hacia donde desea dirigirse la institución educativa, resulta fundamental, puesto que implica un proceso de construcción de ese esquema y de ese panorama que permitirá alcanzar los objetivos planteados.
La evaluación prospectiva se convierte en parte de un paradigma el cual intenta considerar toda una serie de elementos y factores intervinientes en el desarrollo y funcionamiento del centro escolar. Significa un proceso de valoración de opiniones y perspectivas diversas de los integrantes del centro para tratar de converger hacia un esquema colectivo. Con la evaluación se está en posibilidad de vislumbrar lo que se está realizando y por qué se realizará para estar en condiciones de tomar decisiones teniendo una claridad de lo que se desea.
Por lo tanto es importante realizar éste ejercicio evaluativo siempre al inicio de un proyecto escolar, o en determinada etapa del proceso, para una vez ya teniendo el panorama y el camino vislumbrado hacia donde se desea dirigir, también se estará en posibilidad de retomar el proceso y plantear alternativas de mejora hacia las dificultades que se vayan teniendo en el transcurso del funcionamiento de la institución.
La evaluación  prospectiva es considerada como una metodología la cual permite crear las condiciones necesarias y las alternativas de acción de los futuros deseables, mismo que pueden ser construidos a través del trabajo colectivo. Se concibe como un proceso de carácter estratégico, creativo e innovador, así como sistemático y autocrítico puesto que involucra la participación activa de todos los miembros del centro escolar, es decir sus perspectivas para poder retroalimentar el proceso. El objetivo de todo ello consiste en identificar el objetivo a alcanzar así como los mecanismos para poder alcanzarlo.
Entre sus características se encuentra la factibilidad de poder establecer una vinculación entre su etapa de seguimiento y de evaluación, pudiendo con ello revisar el proceso para realizar correcciones oportunas. Así también otra de sus características consiste en la posibilidad de comparación del estado actual en el que se encuentra el centro escolar con el estado deseable que se pretende alcanzar. Y por último considera los factores internos así como externos en el alcance del objetivo puesto que no se centra únicamente en el centro escolar sino en todo lo que incide en él.
Ahora bien la evaluación prospectiva representa un gran elemento de vital importancia llevar a cabo en nuestro centro escolar, considerándola en la propuesta de intervención puesto que en ella se está plasmando el escenario deseable en torno a un problema identificado y que aqueja a todo el centro. De esta forma se consideran estrategias y técnicas de trabajo aunado a actividades y tareas, todo ello en su conjunto dará pauta para poder alcanzar el objetivo que persigue la propuesta de intervención. En dicha trabajo se están considerando además de los escenarios, las acciones que se llevarán a cabo durante todo un proceso y en este caso, está siendo de gran utilidad para construir el puente entre el estado real y el estado proyectado de la institución escolar.


 


sábado, 30 de mayo de 2015

EVALUACION DE LA ESCUELA BAJO UN ENFOQUE ESTRATEGICO



  
EVALUACION DE LA ESCUELA BAJO UN ENFOQUE ESTRATEGICO

La educación resulta ser un fenómeno sumamente complejo y delicado, complejo por la cantidad de factores, actores y funciones que lo conforman, son muchas las circunstancias y elementos que se ponen en juego para poder hacer realizar un análisis sobre su funcionamiento y tener con ello un panorama del sistema como tal para poder intervenir de igual forma sobre el mismo.
En el mundo actual existe una clara conciencia sobre la importancia de mejorar la calidad en los sistemas educativos, aunado a la perspectiva de tener como instrumento de vía de desarrollo a la educación, para con ello formar ciudadanos competitivos para las exigencias actuales. Es elevado el consenso en diversos rubros sobre la importancia de elevar la calidad educativa. Organismos internacionales, diversos sectores, actores, organizaciones se han ocupado en la implementación de políticas educativas. El tema de la calidad educativa se ha puesto en la mesa de debate y discusión, para plantear las alternativas posibles y estrategias como vías de solución para abatir muchas cuestiones sobre el sistema educativo.
Un elemento fundamental que cobra importancia sobre la educación y su funcionamiento es la evaluación, puesto que en ellas deberán considerarse la valoración de diversos factores para dar seguimiento y evaluar todas aquellas estrategias y alternativas que se implementen en cada país. La evaluación educativa deberá explicar la relación que guarda con los procesos de planificación orientado hacia la toma de decisiones.
Nuestro país se encuentra en materia evaluativa se encuentra en proceso de institucionalización asociado a promover la calidad educativa. La constitución de organismos evaluadores representa una política que en esta materia se ha tomado. De este modo la evaluación deberá constituirse en una forma que conduzca y oriente a todos los agentes educativos involucrados en el proceso.
Es así como la planeación y evaluación estratégica cobran relevancia en el tema de la educación en nuestro país. La evaluación y planificación estratégica son un proceso sistemático que involucra a la toma de decisiones para identificar necesidades y prioridades educativas, como insumos básicos para definir u orientar el rumbo de la organización escolar hacia el cumplimiento de la misión y el logro de la visión, objetivos, estrategias, metas, acciones e indicadores, así como para valorar todos aquellos elementos y factores intervinientes en el cumplimiento de los mismos. La evaluación estratégica es el proceso de evaluación que proporciona a sus integrantes, información sobre el desempeño y eficienticidad de programas, proyectos y de las actividades que ellos estén realizando en mejora de la calidad educativa.
Para llevar a cabo este tipo de evaluación es necesaria la participación de todos los agentes educativos que conforman la comunidad escolar y plantear a mesa de debate y de reflexión, todos aquellos aspectos, necesidades o problemas que atañen al centro y que le obstaculizan para el alcance de sus objetivos. Para todo ello también es necesario llevar a cabo el planteamiento de diversas estrategias de intervención acorde a las necesidades detectadas previamente en una fase diagnóstica o en la fase de implementación de programas diversos. Ello dará pauta para valorar de manera oportuna y congruente todo lo que se desarrolla al interior del centro.
La evaluación estratégica está basada en el Modelo de Gestión Educativa Estratégica, cuyos propósitos están basados en la participación social responsable, la corresponsabilidad, el trabajo colaborativo, el liderazgo compartido, donde todos trabajarán conjuntamente en un proyecto donde todos se beneficiarán en su actuar.
La evaluación forma parte de todo un proceso desde su diseño y planificación hasta llegar al mismo en la toma de conciencia sobre las acciones que se implementan al interior de un centro escolar y ello demanda de una actitud de apertura y de disponibilidad, de transparencia y rendición de cuentas pero ante todo de aceptación a la crítica constructiva para tomar decisiones en mejora de la institución.










sábado, 23 de mayo de 2015

HACIA UNA CULTURA DE LA EVALUACIÓN

HACIA UNA CULTURA DE LA EVALUACIÓN

La evaluación educativa representa un tema de vital importancia no sólo en nuestro país sino en el mundo en general, puesto que por décadas ha sido considerado el principal instrumento de vía de desarrollo para la sociedad. Sin embargo para hablar de una cultura de la evaluación es necesario hacer alusión a la conceptualización de la evaluación educativa para ampliar y profundizar en el tema.
La evaluación educativa es concebida como un proceso sistemático y planificado consistente en la recogida de información sobre un proceso de aprendizaje. A esto es muy común en nuestro país concebir realizar una evaluación al proceso de aprendizaje en el caso de los alumnos. Sin embargo actualmente la cuestión va más allá de esto, puesto que la evaluación resulta ser un tema de preocupación y de ocupación por parte de diversas organizaciones e instituciones fuera del ámbito educativo.
La competitividad en el aparato productivo demanda de actualización y de preparación constante en las organizaciones así como elevar la calidad en los productos, por tales motivos invertir en procesos, la mejora de la calidad de los recursos y de los medios de producción resulta fundamental lo que garantice mejores servicios y productos.
En el ámbito educativo por décadas se ha demandado elevar la calidad de la educación lo que constituye el eje rector de diversos encuentros  y espacios de organismos internacionales, quienes ven en la educación el motor principal para el desarrollo de un país y la forma de abatir el rezago educativo. Sin embargo hablar de una cultura de evaluación no es un tema totalmente claro y es objeto de dilemas y controversias en la sociedad actual.
Primeramente para hablar sobre ello, es necesario esclarecer sobre a que se alude a cultura, para posteriormente poder hablar sobre una cultura de evaluación en sí.
Pues bien la cultura hace referencia al conjunto de creencias, valores y costumbres que guían el comportamiento de un grupo en particular. La cultura norma el comportamiento de cada uno de los miembros de la comunidad a la que pertenecen delimitando su accionar y desarrollando a través de prácticas diversas un sentido de pertenencia al mismo y el lenguaje juega un papel fundamental puesto que constituye la vía de diálogo y de intercambio de significados.
En el marco de una institución escolar, la cultura alude al conjunto de creencias, prácticas y convicciones básicas que mantienen los miembros de una comunidad educativa con relación al funcionamiento y organización de la labor educativa.
Muchas son las diversas  prácticas que se realizan al interior de la organización escolar, tanto eventos cívicos, prácticas informales, formales acorde a programas de estudio y muchos aspectos más dando origen a múltiples dinámicas de trabajo.
Sin embargo la  cuestión ahora reside en que dentro de éstas dinámicas de trabajo es poco común llevar a cabo una cultura de evaluación de las mismas prácticas que se realizan. Hablar de evaluación en una institución educativa representa actualmente un gran reto ante toda la comunidad educativa, principalmente en docentes y directivos, puesto que son múltiples los factores intervinientes en la misma. Un proceso de evaluación conlleva a la confrontación de posturas, actitudes en torno a las prácticas pedagógicas que la institución educativa desarrolla en su cotidianeidad. Sin embargo la evaluación no es vista con agrado por parte de los mismos actores educativos porque más que representar la valoración de las acciones y como una actividad de comunicación, es vista como objeto de sanción y de control sobre su accionar.
El sistema educativo como tal se ha permeado de prácticas caracterizadas de un estado de confort, donde todo ocurre al interior de los centros escolares, sin supervisión sobre la práctica docente y organizativas en el centro. Por tal motivo la evaluación de la práctica así como de la adquisición de conocimientos representa un estado de alerta, de resistencia  y de incertidumbre para la población docente.
Muchos son los factores los que dan origen a este tipo de respuestas ante un proceso evaluativo o en su caso a la aplicación de un instrumento evaluativo además de la consolidación de una cultura  de confort característica en el sistema.
Por una parte tales respuestas a la evaluación son originadas por la desconfianza que los agentes educativos tienen con respecto al mismo sistema educativo caracterizado por la corrupción y las prácticas de poca confiabilidad y escasa transparencia. Para la comunidad docente representa dejar en manos del sistema la seguridad laboral a través de un examen de conocimientos que poco dista de  las capacidades, habilidades y actitudes que los docentes ponen en juego día a día en su labor.
La falta de un sistema de evaluación poco confiable  es un factor que da origen a un estado de resistencia del propio magisterio porque se desconocen el origen al que da respuesta este nuevo enfoque evaluativo. El desconocimiento en torno a procesos, métodos, instrumentos, personal y demás aspectos que forman parte de este nuevo sistema de evaluación origina la negación hacia la implementación del mismo.
La cultura de confort característica por parte del magisterio es un factor más ante la resistencia a la aplicación de un sistema de evaluación puesto que por décadas se ha vivido y desarrollando la labor docente en el marco de evaluaciones dirigidas meramente al alumno y no al docente ni directivo con respecto a sus acciones. Claro está que no se generaliza en torno al magisterio puesto que hay agentes educativos comprometidos con su labor y hay quienes han gozado de este estado de confort. Resulta complejo erradicar una cultura permeada de dichas prácticas para dar paso a una cultura evaluativa, donde agentes internos como externos pueden ser partícipes del mismo proceso.
Ahora bien, cabe preguntarse si el sistema educativo ha creado las condiciones más propicias para dar paso a una cultura evaluativa de todo el sistema y no exclusivamente de la labor docente. Es decir, evaluar al sistema como tal desde sus programas en el diseño y operación, la evaluación de los mismos, recursos, enfoques, programas, materiales educativos, agentes involucrados y muchos aspectos más que forman parte del sistema educativo.
La evaluación educativa actualmente hace mayor énfasis en el desempeño de la labor docente, cuando ésta representa sólo una parte del sistema, a lo cual, dando atención solamente a un aspecto, resulta bastante complejo poder elevar la calidad educativa como tal cuando no existen las condiciones para que ello de paso.
Es necesario hacer un análisis en torno a lo que opera en el sistema educativo, desde sus planes y programas, su enfoque y muchos aspectos hasta la labor docente, y conocer la interdependencia que existe entre cada uno de los elementos que lo conforman. Dar atención a muchas carencias que por décadas se han presentado y continúan existiendo.
Brindar un análisis exhaustivo en torno a lo que persigue esta nueva cultura de evaluación en nuestro país y sus mecanismos de operación la trascendencia que pueden alcanzar para la labor docente.









sábado, 25 de abril de 2015

TEMA: 1 HACIA LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA EVALUACIÓN.

TEMA: 1 HACIA LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA EVALUACIÓN.

El tema de la evaluación resulta ser uno de los temas de vital importancia no sólo en lo que respecta en el ámbito educativo sino en diversos rubros involucrando a diversos actores sociales como profesores, administradores, directivos, alumnos y demás sociedad en general. El tema actualmente cobra importancia dado la política que el Estado ha tomado referente a la rendición de cuentas, en la génesis de una cultura de transparencia en cuanto a los procesos diversos que el país toma en curso.
En el rubro educativo, la política actual demanda el alcance de la calidad educativa vista como la respuesta satisfactoria a los estándares de calidad que diversos organismos internacionales establecen con miras a la mejora del desarrollo de los países. Sin embargo primeramente es necesario establecer el concepto a que nos referimos con evaluación puesto que dada su finalidad, existen diversas perspectivas y concepciones en torno a la misma.
La evaluación se puede decir es una actividad inherente a la actividad humana intencional, puesto que en el proceso de la misma persigue un  objetivo en particular, por lo tanto representa un proceso sistemático en el cual se define y establece un proceso a seguir donde sus variables suelen ser interdependientes.
Así también representa un proceso de recogida de información para su ulterior interpretación con referencia a determinados criterios preestablecidos en función del objetivo general. En dicho proceso se llega a la emisión de un juicio de valor que de pauta a orientar la acción hacia la toma de decisiones.
La evaluación educativa suele tener dos enfoques, el cualitativo y cuantitativo. En el caso del primero se orienta a la medición y cuantificación de las variables existentes. Sus fines son medibles hacia un producto. En el caso del enfoque cualitativo, se orienta a valorar una serie de factores como parte del proceso para su interpretación con respecto a los factores que intervienen en el proceso.
Las funciones de la evaluación son interdependientes al  enfoque desde que sea tomada, teniendo la función formativa o sumativa según sea el caso. En lo que respecta a su función sumativa, es orientada al proceso, orientando su análisis hacia todos los factores que intervienen en el mismo, así como al análisis de las variables existentes. Su finalidad es la mejora y el reajuste del proceso para retroalimentar el mismo y contemplar las debilidades y fortalezas de todo el proceso evaluativo.
Por su parte su función sumativa es orientada al producto o en su caso a los resultados obtenidos. En lugar de valorar el proceso, mide los resultados con fines a establecer sólo calificaciones cuantificables.
En el caso del enfoque cualitativo, existen diferentes momentos para su realización, para poder estar en condiciones de valorar todo el proceso formativo.

Evaluación inicial: se realiza al inicio de todo un proceso, sea del curso académico o  de la implantación de un programa educativo, del funcionamiento de una institución escolar, etc. Consiste en la recogida de datos en la situación de partida que permita vislumbrar el panorama inicial. Es imprescindible para iniciar cualquier cambio educativo, para decidir los objetivos que se pueden y deben conseguir y también para valorar si al final de un proceso, los resultados son satisfactorios o insatisfactorios y con ello poder realizar ajustes orientados a la mejora del proceso.
 Evaluación procesual: alude a   la valoración a través de la recogida continua y sistemática de datos y de una serie de información, del funcionamiento de un centro, de un programa educativo, del proceso de aprendizaje de un alumno, etc. a lo largo del periodo de tiempo fijado para la consecución de unas metas u objetivos. La evaluación procesual es de gran importancia dentro de una concepción formativa de la evaluación, porque permite tomar decisiones de mejora sobre la marcha y realizar ajustes en torno a lo preestablecido.
Evaluación final: consiste en la recogida y valoración de unos datos al finalizar un periodo de tiempo previsto para la realización de un aprendizaje, un programa, un trabajo, un curso escolar. Permite valorar todo el proceso y llegar a los resultados finales de lo que se está evaluando. Con ello se puede llegar  a comparar el punto de partido hacia la conclusión de todo el proceso.
Como se puede apreciar es imprescindible establecer en todo proceso evaluativo un objetivo general lo cual oriente las acciones a implementar en el mismo. Definir el enfoque bajo el cual se rija así como las funciones a las cuales se va a referir. Esto representa contar con una guía metodológica la cual oriente todo el accionar de la evaluación misma. Todo ello dará pauta a establecer funciones, instrumentos de evaluación, momentos entre otras cuestiones.
25 de abril del 2015




domingo, 29 de marzo de 2015

“LA COMUNICACIÓN EN LAS ORGANIZACIONES EDUCATIVAS”


Descripción: C:\Users\Santiago\Pictures\logo.png
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
242
CD. VALLES, S.L.P.




LA COMUNICACIÓN EN LAS ORGANIZACIONES EDUCATIVAS”



·         Asesor: Juan José Rojas
·         Asesora: Gabriela Mtz. Compeán.
·         Erika de los Santos Martínez
·         Maestría en Educación Básica




A 29 de marzo del 2015


En las organizaciones no sólo educativas sino de cualquier otra índole, la comunicación es un instrumento primordial el cual juega un papel importante en la dinámica de las mismas. Veamos primeramente a que nos referimos con el término comunicación. Pues bien la comunicación es el proceso mediante el cual se transmite información de una persona a otra y la cual influye de menor a mayor grado en la persona receptora de la misma. A información se alude, con las diferentes expresiones con implícitos sentimientos, emociones, contenidos o muchos otros aspectos los cuales sirven para entablar una comunicación entre dos o más personas.
Sin embargo la comunicación al interior de una organización es necesaria, pero una comunicación asertiva y efectiva que permita a los miembros de ésta, el poder actuar dentro de un marco de respeto y de entendimiento. Ésta es de vital importancia en el rubro educativo entre todos los agentes que laboran en ella y quienes establecen relaciones cotidianas con objetivos diversos. La comunicación deberá ser asertiva, misma que se caracteriza por expresar sentimientos, actitudes, deseos, opiniones y derechos de una persona en forma directa, firme, honesta y ante todo respetando las perspectivas de los otros con quienes se interactúa.
Diversas son las relaciones que se establecen al interior de la organización educativa, hablamos de docentes, padres de familia, alumnos, directivos, personal de apoyo y demás personas y la relación se caracteriza por fines distintos, por ende la información a abordar en cada canal de comunicación puede ser diverso. En un tipo de comunicación la información puede ser solo con fines informativos, en otra cuestión con tintes emotivos, expresiones, gestos que nos permiten establecer canales de comunicación. Sin embargo cualquiera que fuese el fin, una comunicación asertiva y efectiva deberá conducir a la negociación, al diálogo y al compromiso, lo que finalmente conducirá a optimizar las relaciones interpersonales que se generan al interior del centro educativo.
Como se puede apreciar la comunicación revista una importancia muy significativa dentro de las instituciones educación, sin embargo al existir la misma y desarrollarse de una manera deficiente, suelen presentarse problemas que terminan en conflictos, desacuerdos, falta de interés, escasa participación entre otras cuestiones, lo que imposibilita a la institución avanzar de manera conjunta.
Todo lo anterior da génesis a una cultura de rumores y suposiciones lo que no conduce al éxito de la organización, puesto que aparecen bloqueos y resistencias hacia el trabajo colaborativo e improductivo.

Es importante ver que establecer canales de comunicación efectiva entre todos los agentes educativos es primordial para garantizar un trabajo basado en el respeto orientado hacia la toma de decisiones y de acuerdos. Las organizaciones educativas actualmente requieren de un cambio de un paradigma basado en la comunicación vertical donde el directivo era quien ejercía el poder sobre sus subalternos sin dar paso a un proceso democrático y de expresión de opiniones y sentires. Es necesario un paradigma donde la estructura organizativa será horizontal, basada en acuerdos, consensos, relaciones no lineales que permitan interactuar a todo el personal docente, padres de familia, personal de apoyo y directivos. Es ser parte de un proceso de nuevas ideas, nuevas relaciones interpersonales para potencializar las capacidades, conocimientos y habilidades de los mismos.
Es sabido que actualmente cambiar de paradigma al interior de los centros escolares, ha sido y continúa siendo un proceso complejo puesto que conlleva  a dejar atrás una forma de concebir a la educación en conjunto con sus relaciones interpersonales, las cuales durante un largo periodo de tiempo en lo que respecta a la historia de la educación en nuestro país, se caracterizó por relaciones distantes, lineales, la existencia de cargos jerárquicos que imposibilitaba a todos los agentes educativos interactuar cercanamente y trabajar en conjunto.
Ello ha representado el manifiesto de resistencias y actitudes de desinterés así como también de aceptación hacia esta nueva concepción de la educación y de la escuela misma. Sin embargo se está trabajando en función de ello a través de proyectos escolares e institucionales donde se promueve la participación y comunicación efectiva de todos los agentes educativos que forman parte del centro escolar. Se está dando paso al establecimiento de relaciones interpersonales basadas en el respeto y reconocimiento de capacidades y habilidades de cada uno de ellos.
El reto es complejo y requiere de tiempo y de todo el esfuerzo de la comunidad educativa en su conjunto. Son beneficios a largo plazo que son fáciles de vislumbrar pero que requiere de la participación y de actitudes propositivas hacia el trabajo escolar.









sábado, 28 de marzo de 2015

“EL LIDERAZGO EDUCATIVO Y LA GESTION DE LOS RECURSOS HUMANOS EN LOS CENTROS ESCOLARES”


Descripción: C:\Users\Santiago\Pictures\logo.png
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
242
CD. VALLES, S.L.P.




EL LIDERAZGO EDUCATIVO Y LA GESTION DE LOS RECURSOS HUMANOS EN LOS CENTROS ESCOLARES”



·         Asesor: Juan José Rojas
·         Asesora: Gabriela Mtz. Compeán.
·         Erika de los Santos Martínez
·         Maestría en Educación Básica




A 28 de marzo del 2015

Muchos son los cambios que se han generado en las últimas décadas en el rubro educativo  tanto en el plano internacional como en el plano nacional. La sociedad demanda la preparación de profesionales de la educación quienes cuenten con competencia diversas las cuales les permitan insertarse en el mercado laboral. Y qué decir de la dinámica dentro de las instituciones educativas, mismas que dejaron de responder ante las demandas que la sociedad constantemente ha ido planteando. Programas educativos que no corresponden ante los cambios acelerados que la sociedad ha presentado, formas de organización al interior de las instituciones educativas que no dan respuesta tampoco a los estándares que a nivel internacional se requiere. La distribución del poder entre todos los agentes educativos pertenecientes a una institución misma, concepciones en cuanto a enseñanza, aprendizaje, la reorientación de roles, la diversa concepción de liderazgo, formas de participación diversas y en sí muchas cuestiones más.
Es menester un cambio al interior de las instituciones educativas, cambio que implica un elemento primordial en la dinámica de las mismas. Hablamos del liderazgo. Como es sabido el liderazgo es concebido como la capacidad y habilidad  que tiene una persona para influir sobre la toma de decisiones de una o un grupo de personas. Este es un elemento de vital importancia porque actualmente el concepto ha ampliado su margen de acción y perspectiva sobre el funcionamiento de una organización.
Dentro de una estructura vertical en la organización caracterizada por la existencia de cargos jerárquicos visiblemente definidos y preestablecidos, el liderazgo es y era ejercido en las instituciones educativas por una sola persona quien ocupara el mayor cargo jerárquico dentro de la misma. De esta manera era quien proponía, planteaba, tomaba decisiones y ejercía el poder sobre toda el sistema. No había pauta para consenso ni prácticas democráticas.
Ésta concepción ha dado un giro radical puesto que el liderazgo aunque sigue siendo la capacidad y habilidad de una persona para ejercer influencia sobre otras en la toma de decisiones, el liderazgo ha sido reorientado hacia la toma de decisiones de manera democrática, es decir un liderazgo compartido.
Es así como actualmente el liderazgo se encuentra sustentado dentro de los principios en que se basa el programa de educación básica vigente en nuestro país. El sistema educativo demanda la reorientación del liderazgo basado en un liderazgo compartido entre directivos, docentes y padres de familia, quienes de manera conjunta se adentren a un proceso de consenso y de toma de decisiones en beneficio del centro escolar.

Esta nueva perspectiva se encuentra fundamentada en el actual programa de estudios de la educación básica, y en el acuerdo secretarial 717 por el cual se establecen los lineamientos para formular los programas de gestión escolar. La directriz de dicho acuerdo va con miras a generar una cultura de autonomía dentro de los centros escolares, quienes involucren a todos sus agentes educativos para trabajar de manera colaborativa en el diseño y gestión de programas o proyectos para la gestión de propios recursos, los cuales respondan ante las necesidades que como institución se tengan.
Todo lo anterior representa una nueva dinámica al interior de los centros escolares donde la responsabilidad de recursos es delegada por el sistema educativa hacia los mismos centros, quienes de manera autónoma velarán por los mismos para su obtención.
Claro está que dichos cambios representan un gran reto para nuestros centros escolares, puesto que se arrastra con una cultura caracterizada por el trabajo aislado y el desinterés sobre articular esfuerzos, donde se ha perpetuado un estado de confort de los agentes educativos, no en su totalidad, pero donde si se ha laborado sin tener una cultura de rendición de cuentas. Ahora ésta nueva dinámica representa dejar atrás estas prácticas para dar paso a una cultura de autonomía, de trabajo colaborativo, de reorientación del liderazgo y de muchos aspectos más que se ponen en juego día a día, y donde es menester contar con una participación activa de todos los partícipes del proceso.
Es por ello la importancia de reconocer las capacidades y habilidades de todos los miembros de la organización quienes de una manera u otra pueden contribuir en lograr elevar la calidad educativa, y saber que el poder no solo se concentra en una persona, sino que existe la capacidad de trabajar colaborativamente en beneficio de los alumnos.














“CULTURA ESCOLAR Y COMUNIDADES DE APRENDIZAJE”


Descripción: C:\Users\Santiago\Pictures\logo.png
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
242
CD. VALLES, S.L.P.




CULTURA ESCOLAR Y COMUNIDADES DE APRENDIZAJE”



·         Asesor: Juan José Rojas
·         Asesora: Gabriela Mtz. Compeán.
·         Erika de los Santos Martínez
·         Maestría en Educación Básica




A 28 de marzo del 2015


Actualmente la sociedad actual ante un constante cambio en diversos rubros, exige por ende la imperante necesidad de cambio dentro de las instituciones del Estado. En este caso en el rubro educativo se lleva a cabo un análisis sobre los resultados que en materia educativa se están obteniendo ante los estándares internacionales los cuales demandan de una calidad educativa. Estos tiempos modernos, de cambio y de evolución exigen una transformación de la institución concretamente en su cultura institucional. La llamada sociedad del conocimiento exige el uso de la tecnología de la comunicación masiva y el uso del internet como unas de las herramientas para el progreso en todos los estudiantes y en las organizaciones, dejando como consecuencia que lo que se aprende no se desarrolla exclusivamente en el aula, sino más allá de ésta atravesando la frontera de la misma.
Por lo tanto es de vital importancia hacer un análisis de la actual función que desempeña la institución escolar, una institución formadora de estudiantes pero que actualmente cambia su visión para lograr la inserción del sujeto en la sociedad, de una manera activa y consciente de su realidad misma.
Sobre estos requerimientos y ante la necesidad de elevar la calidad de la educación, algunos países participes de espacios de encuentro, intercambian opiniones y experiencias diversas en torno a las situaciones actuales que viven en cada país y la manera  en cómo lograr adentrar a los mismos a un progreso. Los mismos plantean diversos estándares así como estrategias a través de políticas educativas, las cuales puedan subsanar las necesidades que en cada contexto se vive y a manera global ante los problemas a los que se enfrentan, de manera que elevar la calidad educativa se ha constituido el eje rector para el progreso de todo país.
Las comunidades de aprendizaje surgen en este contexto, ante la necesidad de intercambiar experiencias, establecer redes, enriquecer el conocimiento y ante muchas necesidades más, como un modelo de transformación educativa, orientado precisamente a elevar la calidad educativa, abatir el rezago educativo que permea a muchos países actualmente, estimular la convivencia sana y pacífica de todos los agentes educativos y en general en muchas otras cuestiones interdependientes.


Antes estas necesidades, se vuelve imperante la implementación de estrategias diversas y mecanismos de actuación que permitan subsanar todos estos aspectos, a través de nuevas formas de concebir la educación y el trabajo que promuevan una interacción más allá de las fronteras del aula y del entorno escolar. Significa abrir y dar paso a esos límites no solo territoriales, para conocer e intercambiar experiencias con instituciones diversas tanto del país como fuera del mismo.
Es necesario propiciar la interacción afectiva y efectiva de los alumnos, maestros, autoridades educativas, padres de familia y sociedad en general a través de comunidades de aprendizaje, para lo cual se deberá observar el progreso o no, que tienen nuestras instituciones escolares al presentar rasgos en su cultura escolar de una comunidad de aprendizaje.
El cambio constante de nuestra sociedad y su avance en materia tecnológica y laboral, representa la necesidad de un cambio en las estructuras de nuestro sistema educativo y de nuestra sociedad, al desarrollo y formación de personas flexibles, autónomas, participativas, con capacidad de análisis y de adaptación pero ante todo críticas a los cambios que se presentan constantemente. Tales características se hacen imperantes ante las situaciones de desventajas que las personas deben enfrentar y quienes viven en contextos y circunstancias diversas características de nuestro país.

“Valls define comunidades de aprendizaje como: Un proyecto de transformación social y cultural de un centro educativo y de su entorno para conseguir una sociedad de la información para todas las personas, basada en el aprendizaje dialógico, mediante una organización participativa de la comunidad, que se concreta en todos sus espacios, incluida el aula.”[1]

Llevar a cabo la implementar  de una comunidad de aprendizaje es necesario advertir una nueva iniciativa de la enseñanza a los integrantes de la comunidad, sistematizando una serie de argumentos que se deciden y diseñan de manera ordenada, para intervenir en el proceso de enseñanza aprendizaje de los alumnos, independientemente de sus capacidades.
La calidad educativa de una comunidad de aprendizaje implica, que todos logren aprender a ser críticos, a proponer soluciones aceptando las ideas de otros, argumentos que se manejan en el aprendizaje dialógico. También se refleja en las altas expectativas tienen como visión permanente de acuerdo a las necesidades de la comunidad de aprendizaje.




[1] Soller y Valls 2006

“LA CULTURA INSTITUCIONAL Y SU PROCESOS DE TRANSFORMACIÓN AL INTERIOR DE LAS ORGANIZACIONES”


Descripción: C:\Users\Santiago\Pictures\logo.png
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
242
CD. VALLES, S.L.P.




LA CULTURA INSTITUCIONAL Y SU PROCESOS DE TRANSFORMACIÓN AL INTERIOR DE LAS ORGANIZACIONES”



·         Asesor: Juan José Rojas
·         Asesora: Gabriela Mtz. Compeán.
·         Erika de los Santos Martínez
·         Maestría en Educación Básica




A 27 de marzo del 2015


Cuando nos referimos a las instituciones solemos tener de ellas una imagen o representación, que se traduce a la institución a la que se labora y de la cual somos parte. Es trasladarnos desde nuestros esquemas mentales hasta aquello que conocemos, del que somos parte, espacio en el cual interactuamos y nos viene la mente todas aquellas dinámicas cotidianas que vivimos al interior de nuestro centro escolar
Recurrimos primeramente a éstas imágenes puesto que es nuestra realidad inmediata y no a otros contextos de los cuales, aunque somos parte no somos parte directa. Muchos se puede escuchar de las instituciones en torno a su concepción, su manera de apreciación, sin embargo muchas son las expresiones las que se escuchan y se manifiestan las cuales señalan que cada institución educativa tiene un “estilo” que le define. El mismo se construye en un entamado en el que el proyecto principal va siendo moldeado por los mismos actores que forman parte de la institución. También como parte de esto mismo encontramos y que no son visibles, son los vínculos que se establecen entre todos los agentes educativos y que de ellos emergen todas las prácticas educativas de las que formamos parte.
La imagen que avoca  a la institución inmediatamente es la representación del entorno mismo en el que desarrollamos nuestra labor. Desde su diseño físico, su estructura, hasta el tipo de relaciones interpersonales que se desencadenan. Muchas son las cuestiones que nos avocan a la menta cuando hablamos de instituciones educativas sin embargo el análisis va más a fondo sobre su funcionalidad y mecanismo de operación. Es sabido que cada institución posee rasgos de identidad y señas particulares que le son propios, ambos constituyen y simultáneamente son aprehensibles lo que constituye en sí la cultura institucional.
La cultura institucional es aquella cualidad relativamente estable que resulta de las políticas que afectan a esa institución y de las prácticas de los miembros de un establecimiento. Es el modo en que ambas son percibidas por éstos últimos, dando un marco de referencia para la comprensión de las situaciones cotidianas, orientando e influenciando las decisiones y actividades de todos aquellos que actúan en ella. En otros términos  podemos decir que la cultura institucional es el aquel espacio en donde se desarrollan todas las prácticas educativas producto de la cultura de cada uno de sus miembros.
Algunos elementos que componen la cultura institucional. Uno de ellos son los usos y costumbre que juegan parte fundamental en el proceso de toda institución. Esto significa todas aquellas costumbres, los sistemas de socialización, ingreso, promoción, los valores, los vínculos, los prejuicios, criterios de valoración, los distintos estilos que adquiere la dinámicas de las relaciones, el grado de adhesión y pertenencia , los matices con la identificación con la tarea, el grupo y la organización, el estilo de funcionamiento, las concepciones que se tengan de cambio, las características del cerco institucional, los vínculos institucionales, las ceremonias y su significado, el grado de integración de los miembros y pautas de organización.

En general muchos son los elementos que se ponen en juego dentro de las organizaciones, los componentes de la estructura se presentan como diversos, puesto que como se hizo mención, cada organización tiene características propias que le identifican, le caracterizan y le definen como tal.
Ahora bien el proceso de cambio es un proceso paulatino y de cambio de un estado actual a un estado deseable. El cambio representa puede representar una amenaza hacia un estado de confort en que se encuentra la institución y sus miembros.
Actualmente el cambio es visto y concebido como una oportunidad de mejora de la institución en todos sus rubros, pero algo fundamental  es que representa una concepción de un trabajo colaborativo en la que de una manera u otra deberán involucrarse todos sus miembros en un trabajo conjunto. Significa diseñar, consensuar, negociar, tomar decisiones, implementar acciones y una serie de cuestiones las cuales como institución les conducirá al proceso de cambio y de transformación.
Actualmente muchas son las políticas las cuales demandan este proceso de cambio, es un requerimiento exterior el cual deberá llevarse a cabo al interior de las escuelas de nuestro país. Es un proceso para el cual, se considera en lo personal, no estar preparados ni con la cultura ni con las condiciones físicas, de conocimiento  y actitudinales. Puesto que como país y como sistema educativo se arrastra con prácticas de simulación y de prácticas empíricas tanto a nivel sistema como a nivel interior de aulas. Se está cargando con prácticas en las cuales no existía una cultura de rendición de cuentas y ante el cambio que está representando la reforma educativa vigente, los actores educativos y sus instituciones se han visto en la necesidad de adentrar a las mismas a éste proceso.
Hay que cuestionarse si el cambio puede ser benéfico dadas las condiciones socioculturales y políticas en que se está desenvolviendo éste proceso y ante las circunstancias en cuestión de recursos de los que se disponen.

Sin embargo a nivel institución, se está realizando una labor con el entendimiento poco o mucho que se tiene de todo éste proceso de cambio, en el cual están participando en su mayoría todos los agentes educativos implicados, a través de un proyecto escolar en el cual todos sus miembros trabajan en conjunto o deberán trabajar, para adentrar a la institución a este cambio y dar génesis  a una nueva cultura gestiva.

viernes, 27 de marzo de 2015

LA ORGANIZACION ESCOLAR DESDE LOS PARADIGMAS DE LA SIMPLICIDAD Y LA COMPLEJIDAD

Descripción: C:\Users\Santiago\Pictures\logo.png

Descripción: C:\Users\Santiago\Pictures\logo.png
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
242
CD. VALLES, S.L.P.




LA ORGANIZACIÓN ESCOLAR DESDE LOS PARADIGMAS DE LA SIMPLICIDAD Y LA COMPLEJIDAD”



·         Asesor: Juan José Rojas
·         Erika de los Santos Martínez
·         Maestría en Educación Básica




A 27 de marzo del 2015











Para hablar de paradigmas es necesario definir primeramente a qué se refiere la palabra misma, puesto que los enfoque son diversos. El paradigma es una manera de concebir el mundo, es una representación mental del sujeto y por ende una  manera de accionar en torno a la concepción que se tenga. En éste caso haremos referencia al paradigma de la simplicidad y el paradigma de la complejidad dentro de la organización escolar.
El primero de los paradigmas mencionados se caracteriza por la existencia de una estructura jerárquica claramente establecida, es decir, la existencia de niveles diversos que dan cuenta del grado de jerarquía de los miembros de una organización. Este paradigma hace uso de los criterios de eficacia y de eficiencia puesto que la funcionalidad de la organización gira en torno a éstos mismos. Dicho paradigma se encuentra o se cataloga por ser conductista, puesto que se hace uso del estímulo respuesta para dar cuenta de las conductas individuales y organizacionales en sí.  Se basa en el método analítico de aislar los elementos para examinarlos por separado. La organización resulta de la  ubicación de dichas particular en un orden jerárquico, con relaciones de causa y efecto entre ellas. Se encuentra el interés en la descripción de los comportamientos y la programación de las conductas.
El paradigma rescata diversos supuestos en los cuales se basa. Uno de ellos es la causalidad lineal. Esto se refiere a la existencia de acciones las cuales se dan de manera lineal y no al mismo tiempo, una es efecto de la otra, es decir una sucede a la otra.
El segundo supuesto es el impacto del contexto. Esto significa los factores causales externos que siempre influirán en una o otra forma en la funcionalidad de la organización, puesto que la misma responde a las demandas del exterior.
El tercer supuesto es la homogeneidad de los sistemas, es decir la existencia de una supra armonía.

El cuarto supuesto es la idea del orden preestablecido, es decir la funcionalidad gira en torno a lo que la organización ya establece y no cambia como tal.
El siguiente de los supuestos es el de reduccionismo. Ello implica la separación de las partes del sistema para su análisis posterior. Se estudia cada una para dar una explicación de la conducta de los sujetos y la funcionalidad de la organización.
En el caso del paradigma de la complejidad los procesos de las organizaciones se presentan no ordenables desde el contexto, es decir, su funcionabilidad no es en estricto apego a lo exterior. Se basa en distintos supuesto, uno de ellos es la policausalidad, lo cual significa que la organización y  su respectivo funcionamiento obedecen a múltiples factores  o causas. La propia historia de la organización hace que haya factores los cuales se encuentran vinculados e influyen de una u otra manera en el funcionamiento de la misma.
Ahora bien otro de los supuestos de este paradigma es el equilibrio dinámico, el equilibrio visto desde un proceso de sucesivos desequilibrios transitorios no estáticos que son parte del proceso mismo del funcionamiento de la institución. Ello implica una realidad no estática, sino dinámica en la cual va siguiendo un ritmo ante ajustes y desajustes, crisis que coadyuvan a el establecimiento de un nuevo equilibrio. Esto es un proceso por decir cíclico, donde se llega a un nuevo estado.
La recursividad es vista como los procesos que se cierran sobre sí mismos y se regeneran nuevamente. En el caso del orden en el ruido y a partir del  él, se alude al reconocimiento de una continuidad o estabilidad, resultante de la acción de factores no encadenados, que tienen origen independiente entre sí. Y por último la forma del tiempo, donde en las organizaciones complejas el tiempo es fundamental e irreversible, donde éste mismo no puede usarse en su estado actual para explicar el pasado. Cada organización tiene sus tiempos, sus formas, su funcionamiento y una estructura que le caracteriza, ciclos recursivos y de procesos indistinguibles de cada una.