domingo, 29 de marzo de 2015

“LA COMUNICACIÓN EN LAS ORGANIZACIONES EDUCATIVAS”


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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
242
CD. VALLES, S.L.P.




LA COMUNICACIÓN EN LAS ORGANIZACIONES EDUCATIVAS”



·         Asesor: Juan José Rojas
·         Asesora: Gabriela Mtz. Compeán.
·         Erika de los Santos Martínez
·         Maestría en Educación Básica




A 29 de marzo del 2015


En las organizaciones no sólo educativas sino de cualquier otra índole, la comunicación es un instrumento primordial el cual juega un papel importante en la dinámica de las mismas. Veamos primeramente a que nos referimos con el término comunicación. Pues bien la comunicación es el proceso mediante el cual se transmite información de una persona a otra y la cual influye de menor a mayor grado en la persona receptora de la misma. A información se alude, con las diferentes expresiones con implícitos sentimientos, emociones, contenidos o muchos otros aspectos los cuales sirven para entablar una comunicación entre dos o más personas.
Sin embargo la comunicación al interior de una organización es necesaria, pero una comunicación asertiva y efectiva que permita a los miembros de ésta, el poder actuar dentro de un marco de respeto y de entendimiento. Ésta es de vital importancia en el rubro educativo entre todos los agentes que laboran en ella y quienes establecen relaciones cotidianas con objetivos diversos. La comunicación deberá ser asertiva, misma que se caracteriza por expresar sentimientos, actitudes, deseos, opiniones y derechos de una persona en forma directa, firme, honesta y ante todo respetando las perspectivas de los otros con quienes se interactúa.
Diversas son las relaciones que se establecen al interior de la organización educativa, hablamos de docentes, padres de familia, alumnos, directivos, personal de apoyo y demás personas y la relación se caracteriza por fines distintos, por ende la información a abordar en cada canal de comunicación puede ser diverso. En un tipo de comunicación la información puede ser solo con fines informativos, en otra cuestión con tintes emotivos, expresiones, gestos que nos permiten establecer canales de comunicación. Sin embargo cualquiera que fuese el fin, una comunicación asertiva y efectiva deberá conducir a la negociación, al diálogo y al compromiso, lo que finalmente conducirá a optimizar las relaciones interpersonales que se generan al interior del centro educativo.
Como se puede apreciar la comunicación revista una importancia muy significativa dentro de las instituciones educación, sin embargo al existir la misma y desarrollarse de una manera deficiente, suelen presentarse problemas que terminan en conflictos, desacuerdos, falta de interés, escasa participación entre otras cuestiones, lo que imposibilita a la institución avanzar de manera conjunta.
Todo lo anterior da génesis a una cultura de rumores y suposiciones lo que no conduce al éxito de la organización, puesto que aparecen bloqueos y resistencias hacia el trabajo colaborativo e improductivo.

Es importante ver que establecer canales de comunicación efectiva entre todos los agentes educativos es primordial para garantizar un trabajo basado en el respeto orientado hacia la toma de decisiones y de acuerdos. Las organizaciones educativas actualmente requieren de un cambio de un paradigma basado en la comunicación vertical donde el directivo era quien ejercía el poder sobre sus subalternos sin dar paso a un proceso democrático y de expresión de opiniones y sentires. Es necesario un paradigma donde la estructura organizativa será horizontal, basada en acuerdos, consensos, relaciones no lineales que permitan interactuar a todo el personal docente, padres de familia, personal de apoyo y directivos. Es ser parte de un proceso de nuevas ideas, nuevas relaciones interpersonales para potencializar las capacidades, conocimientos y habilidades de los mismos.
Es sabido que actualmente cambiar de paradigma al interior de los centros escolares, ha sido y continúa siendo un proceso complejo puesto que conlleva  a dejar atrás una forma de concebir a la educación en conjunto con sus relaciones interpersonales, las cuales durante un largo periodo de tiempo en lo que respecta a la historia de la educación en nuestro país, se caracterizó por relaciones distantes, lineales, la existencia de cargos jerárquicos que imposibilitaba a todos los agentes educativos interactuar cercanamente y trabajar en conjunto.
Ello ha representado el manifiesto de resistencias y actitudes de desinterés así como también de aceptación hacia esta nueva concepción de la educación y de la escuela misma. Sin embargo se está trabajando en función de ello a través de proyectos escolares e institucionales donde se promueve la participación y comunicación efectiva de todos los agentes educativos que forman parte del centro escolar. Se está dando paso al establecimiento de relaciones interpersonales basadas en el respeto y reconocimiento de capacidades y habilidades de cada uno de ellos.
El reto es complejo y requiere de tiempo y de todo el esfuerzo de la comunidad educativa en su conjunto. Son beneficios a largo plazo que son fáciles de vislumbrar pero que requiere de la participación y de actitudes propositivas hacia el trabajo escolar.









sábado, 28 de marzo de 2015

“EL LIDERAZGO EDUCATIVO Y LA GESTION DE LOS RECURSOS HUMANOS EN LOS CENTROS ESCOLARES”


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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
242
CD. VALLES, S.L.P.




EL LIDERAZGO EDUCATIVO Y LA GESTION DE LOS RECURSOS HUMANOS EN LOS CENTROS ESCOLARES”



·         Asesor: Juan José Rojas
·         Asesora: Gabriela Mtz. Compeán.
·         Erika de los Santos Martínez
·         Maestría en Educación Básica




A 28 de marzo del 2015

Muchos son los cambios que se han generado en las últimas décadas en el rubro educativo  tanto en el plano internacional como en el plano nacional. La sociedad demanda la preparación de profesionales de la educación quienes cuenten con competencia diversas las cuales les permitan insertarse en el mercado laboral. Y qué decir de la dinámica dentro de las instituciones educativas, mismas que dejaron de responder ante las demandas que la sociedad constantemente ha ido planteando. Programas educativos que no corresponden ante los cambios acelerados que la sociedad ha presentado, formas de organización al interior de las instituciones educativas que no dan respuesta tampoco a los estándares que a nivel internacional se requiere. La distribución del poder entre todos los agentes educativos pertenecientes a una institución misma, concepciones en cuanto a enseñanza, aprendizaje, la reorientación de roles, la diversa concepción de liderazgo, formas de participación diversas y en sí muchas cuestiones más.
Es menester un cambio al interior de las instituciones educativas, cambio que implica un elemento primordial en la dinámica de las mismas. Hablamos del liderazgo. Como es sabido el liderazgo es concebido como la capacidad y habilidad  que tiene una persona para influir sobre la toma de decisiones de una o un grupo de personas. Este es un elemento de vital importancia porque actualmente el concepto ha ampliado su margen de acción y perspectiva sobre el funcionamiento de una organización.
Dentro de una estructura vertical en la organización caracterizada por la existencia de cargos jerárquicos visiblemente definidos y preestablecidos, el liderazgo es y era ejercido en las instituciones educativas por una sola persona quien ocupara el mayor cargo jerárquico dentro de la misma. De esta manera era quien proponía, planteaba, tomaba decisiones y ejercía el poder sobre toda el sistema. No había pauta para consenso ni prácticas democráticas.
Ésta concepción ha dado un giro radical puesto que el liderazgo aunque sigue siendo la capacidad y habilidad de una persona para ejercer influencia sobre otras en la toma de decisiones, el liderazgo ha sido reorientado hacia la toma de decisiones de manera democrática, es decir un liderazgo compartido.
Es así como actualmente el liderazgo se encuentra sustentado dentro de los principios en que se basa el programa de educación básica vigente en nuestro país. El sistema educativo demanda la reorientación del liderazgo basado en un liderazgo compartido entre directivos, docentes y padres de familia, quienes de manera conjunta se adentren a un proceso de consenso y de toma de decisiones en beneficio del centro escolar.

Esta nueva perspectiva se encuentra fundamentada en el actual programa de estudios de la educación básica, y en el acuerdo secretarial 717 por el cual se establecen los lineamientos para formular los programas de gestión escolar. La directriz de dicho acuerdo va con miras a generar una cultura de autonomía dentro de los centros escolares, quienes involucren a todos sus agentes educativos para trabajar de manera colaborativa en el diseño y gestión de programas o proyectos para la gestión de propios recursos, los cuales respondan ante las necesidades que como institución se tengan.
Todo lo anterior representa una nueva dinámica al interior de los centros escolares donde la responsabilidad de recursos es delegada por el sistema educativa hacia los mismos centros, quienes de manera autónoma velarán por los mismos para su obtención.
Claro está que dichos cambios representan un gran reto para nuestros centros escolares, puesto que se arrastra con una cultura caracterizada por el trabajo aislado y el desinterés sobre articular esfuerzos, donde se ha perpetuado un estado de confort de los agentes educativos, no en su totalidad, pero donde si se ha laborado sin tener una cultura de rendición de cuentas. Ahora ésta nueva dinámica representa dejar atrás estas prácticas para dar paso a una cultura de autonomía, de trabajo colaborativo, de reorientación del liderazgo y de muchos aspectos más que se ponen en juego día a día, y donde es menester contar con una participación activa de todos los partícipes del proceso.
Es por ello la importancia de reconocer las capacidades y habilidades de todos los miembros de la organización quienes de una manera u otra pueden contribuir en lograr elevar la calidad educativa, y saber que el poder no solo se concentra en una persona, sino que existe la capacidad de trabajar colaborativamente en beneficio de los alumnos.














“CULTURA ESCOLAR Y COMUNIDADES DE APRENDIZAJE”


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CULTURA ESCOLAR Y COMUNIDADES DE APRENDIZAJE”



·         Asesor: Juan José Rojas
·         Asesora: Gabriela Mtz. Compeán.
·         Erika de los Santos Martínez
·         Maestría en Educación Básica




A 28 de marzo del 2015


Actualmente la sociedad actual ante un constante cambio en diversos rubros, exige por ende la imperante necesidad de cambio dentro de las instituciones del Estado. En este caso en el rubro educativo se lleva a cabo un análisis sobre los resultados que en materia educativa se están obteniendo ante los estándares internacionales los cuales demandan de una calidad educativa. Estos tiempos modernos, de cambio y de evolución exigen una transformación de la institución concretamente en su cultura institucional. La llamada sociedad del conocimiento exige el uso de la tecnología de la comunicación masiva y el uso del internet como unas de las herramientas para el progreso en todos los estudiantes y en las organizaciones, dejando como consecuencia que lo que se aprende no se desarrolla exclusivamente en el aula, sino más allá de ésta atravesando la frontera de la misma.
Por lo tanto es de vital importancia hacer un análisis de la actual función que desempeña la institución escolar, una institución formadora de estudiantes pero que actualmente cambia su visión para lograr la inserción del sujeto en la sociedad, de una manera activa y consciente de su realidad misma.
Sobre estos requerimientos y ante la necesidad de elevar la calidad de la educación, algunos países participes de espacios de encuentro, intercambian opiniones y experiencias diversas en torno a las situaciones actuales que viven en cada país y la manera  en cómo lograr adentrar a los mismos a un progreso. Los mismos plantean diversos estándares así como estrategias a través de políticas educativas, las cuales puedan subsanar las necesidades que en cada contexto se vive y a manera global ante los problemas a los que se enfrentan, de manera que elevar la calidad educativa se ha constituido el eje rector para el progreso de todo país.
Las comunidades de aprendizaje surgen en este contexto, ante la necesidad de intercambiar experiencias, establecer redes, enriquecer el conocimiento y ante muchas necesidades más, como un modelo de transformación educativa, orientado precisamente a elevar la calidad educativa, abatir el rezago educativo que permea a muchos países actualmente, estimular la convivencia sana y pacífica de todos los agentes educativos y en general en muchas otras cuestiones interdependientes.


Antes estas necesidades, se vuelve imperante la implementación de estrategias diversas y mecanismos de actuación que permitan subsanar todos estos aspectos, a través de nuevas formas de concebir la educación y el trabajo que promuevan una interacción más allá de las fronteras del aula y del entorno escolar. Significa abrir y dar paso a esos límites no solo territoriales, para conocer e intercambiar experiencias con instituciones diversas tanto del país como fuera del mismo.
Es necesario propiciar la interacción afectiva y efectiva de los alumnos, maestros, autoridades educativas, padres de familia y sociedad en general a través de comunidades de aprendizaje, para lo cual se deberá observar el progreso o no, que tienen nuestras instituciones escolares al presentar rasgos en su cultura escolar de una comunidad de aprendizaje.
El cambio constante de nuestra sociedad y su avance en materia tecnológica y laboral, representa la necesidad de un cambio en las estructuras de nuestro sistema educativo y de nuestra sociedad, al desarrollo y formación de personas flexibles, autónomas, participativas, con capacidad de análisis y de adaptación pero ante todo críticas a los cambios que se presentan constantemente. Tales características se hacen imperantes ante las situaciones de desventajas que las personas deben enfrentar y quienes viven en contextos y circunstancias diversas características de nuestro país.

“Valls define comunidades de aprendizaje como: Un proyecto de transformación social y cultural de un centro educativo y de su entorno para conseguir una sociedad de la información para todas las personas, basada en el aprendizaje dialógico, mediante una organización participativa de la comunidad, que se concreta en todos sus espacios, incluida el aula.”[1]

Llevar a cabo la implementar  de una comunidad de aprendizaje es necesario advertir una nueva iniciativa de la enseñanza a los integrantes de la comunidad, sistematizando una serie de argumentos que se deciden y diseñan de manera ordenada, para intervenir en el proceso de enseñanza aprendizaje de los alumnos, independientemente de sus capacidades.
La calidad educativa de una comunidad de aprendizaje implica, que todos logren aprender a ser críticos, a proponer soluciones aceptando las ideas de otros, argumentos que se manejan en el aprendizaje dialógico. También se refleja en las altas expectativas tienen como visión permanente de acuerdo a las necesidades de la comunidad de aprendizaje.




[1] Soller y Valls 2006

“LA CULTURA INSTITUCIONAL Y SU PROCESOS DE TRANSFORMACIÓN AL INTERIOR DE LAS ORGANIZACIONES”


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LA CULTURA INSTITUCIONAL Y SU PROCESOS DE TRANSFORMACIÓN AL INTERIOR DE LAS ORGANIZACIONES”



·         Asesor: Juan José Rojas
·         Asesora: Gabriela Mtz. Compeán.
·         Erika de los Santos Martínez
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A 27 de marzo del 2015


Cuando nos referimos a las instituciones solemos tener de ellas una imagen o representación, que se traduce a la institución a la que se labora y de la cual somos parte. Es trasladarnos desde nuestros esquemas mentales hasta aquello que conocemos, del que somos parte, espacio en el cual interactuamos y nos viene la mente todas aquellas dinámicas cotidianas que vivimos al interior de nuestro centro escolar
Recurrimos primeramente a éstas imágenes puesto que es nuestra realidad inmediata y no a otros contextos de los cuales, aunque somos parte no somos parte directa. Muchos se puede escuchar de las instituciones en torno a su concepción, su manera de apreciación, sin embargo muchas son las expresiones las que se escuchan y se manifiestan las cuales señalan que cada institución educativa tiene un “estilo” que le define. El mismo se construye en un entamado en el que el proyecto principal va siendo moldeado por los mismos actores que forman parte de la institución. También como parte de esto mismo encontramos y que no son visibles, son los vínculos que se establecen entre todos los agentes educativos y que de ellos emergen todas las prácticas educativas de las que formamos parte.
La imagen que avoca  a la institución inmediatamente es la representación del entorno mismo en el que desarrollamos nuestra labor. Desde su diseño físico, su estructura, hasta el tipo de relaciones interpersonales que se desencadenan. Muchas son las cuestiones que nos avocan a la menta cuando hablamos de instituciones educativas sin embargo el análisis va más a fondo sobre su funcionalidad y mecanismo de operación. Es sabido que cada institución posee rasgos de identidad y señas particulares que le son propios, ambos constituyen y simultáneamente son aprehensibles lo que constituye en sí la cultura institucional.
La cultura institucional es aquella cualidad relativamente estable que resulta de las políticas que afectan a esa institución y de las prácticas de los miembros de un establecimiento. Es el modo en que ambas son percibidas por éstos últimos, dando un marco de referencia para la comprensión de las situaciones cotidianas, orientando e influenciando las decisiones y actividades de todos aquellos que actúan en ella. En otros términos  podemos decir que la cultura institucional es el aquel espacio en donde se desarrollan todas las prácticas educativas producto de la cultura de cada uno de sus miembros.
Algunos elementos que componen la cultura institucional. Uno de ellos son los usos y costumbre que juegan parte fundamental en el proceso de toda institución. Esto significa todas aquellas costumbres, los sistemas de socialización, ingreso, promoción, los valores, los vínculos, los prejuicios, criterios de valoración, los distintos estilos que adquiere la dinámicas de las relaciones, el grado de adhesión y pertenencia , los matices con la identificación con la tarea, el grupo y la organización, el estilo de funcionamiento, las concepciones que se tengan de cambio, las características del cerco institucional, los vínculos institucionales, las ceremonias y su significado, el grado de integración de los miembros y pautas de organización.

En general muchos son los elementos que se ponen en juego dentro de las organizaciones, los componentes de la estructura se presentan como diversos, puesto que como se hizo mención, cada organización tiene características propias que le identifican, le caracterizan y le definen como tal.
Ahora bien el proceso de cambio es un proceso paulatino y de cambio de un estado actual a un estado deseable. El cambio representa puede representar una amenaza hacia un estado de confort en que se encuentra la institución y sus miembros.
Actualmente el cambio es visto y concebido como una oportunidad de mejora de la institución en todos sus rubros, pero algo fundamental  es que representa una concepción de un trabajo colaborativo en la que de una manera u otra deberán involucrarse todos sus miembros en un trabajo conjunto. Significa diseñar, consensuar, negociar, tomar decisiones, implementar acciones y una serie de cuestiones las cuales como institución les conducirá al proceso de cambio y de transformación.
Actualmente muchas son las políticas las cuales demandan este proceso de cambio, es un requerimiento exterior el cual deberá llevarse a cabo al interior de las escuelas de nuestro país. Es un proceso para el cual, se considera en lo personal, no estar preparados ni con la cultura ni con las condiciones físicas, de conocimiento  y actitudinales. Puesto que como país y como sistema educativo se arrastra con prácticas de simulación y de prácticas empíricas tanto a nivel sistema como a nivel interior de aulas. Se está cargando con prácticas en las cuales no existía una cultura de rendición de cuentas y ante el cambio que está representando la reforma educativa vigente, los actores educativos y sus instituciones se han visto en la necesidad de adentrar a las mismas a éste proceso.
Hay que cuestionarse si el cambio puede ser benéfico dadas las condiciones socioculturales y políticas en que se está desenvolviendo éste proceso y ante las circunstancias en cuestión de recursos de los que se disponen.

Sin embargo a nivel institución, se está realizando una labor con el entendimiento poco o mucho que se tiene de todo éste proceso de cambio, en el cual están participando en su mayoría todos los agentes educativos implicados, a través de un proyecto escolar en el cual todos sus miembros trabajan en conjunto o deberán trabajar, para adentrar a la institución a este cambio y dar génesis  a una nueva cultura gestiva.

viernes, 27 de marzo de 2015

LA ORGANIZACION ESCOLAR DESDE LOS PARADIGMAS DE LA SIMPLICIDAD Y LA COMPLEJIDAD

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LA ORGANIZACIÓN ESCOLAR DESDE LOS PARADIGMAS DE LA SIMPLICIDAD Y LA COMPLEJIDAD”



·         Asesor: Juan José Rojas
·         Erika de los Santos Martínez
·         Maestría en Educación Básica




A 27 de marzo del 2015











Para hablar de paradigmas es necesario definir primeramente a qué se refiere la palabra misma, puesto que los enfoque son diversos. El paradigma es una manera de concebir el mundo, es una representación mental del sujeto y por ende una  manera de accionar en torno a la concepción que se tenga. En éste caso haremos referencia al paradigma de la simplicidad y el paradigma de la complejidad dentro de la organización escolar.
El primero de los paradigmas mencionados se caracteriza por la existencia de una estructura jerárquica claramente establecida, es decir, la existencia de niveles diversos que dan cuenta del grado de jerarquía de los miembros de una organización. Este paradigma hace uso de los criterios de eficacia y de eficiencia puesto que la funcionalidad de la organización gira en torno a éstos mismos. Dicho paradigma se encuentra o se cataloga por ser conductista, puesto que se hace uso del estímulo respuesta para dar cuenta de las conductas individuales y organizacionales en sí.  Se basa en el método analítico de aislar los elementos para examinarlos por separado. La organización resulta de la  ubicación de dichas particular en un orden jerárquico, con relaciones de causa y efecto entre ellas. Se encuentra el interés en la descripción de los comportamientos y la programación de las conductas.
El paradigma rescata diversos supuestos en los cuales se basa. Uno de ellos es la causalidad lineal. Esto se refiere a la existencia de acciones las cuales se dan de manera lineal y no al mismo tiempo, una es efecto de la otra, es decir una sucede a la otra.
El segundo supuesto es el impacto del contexto. Esto significa los factores causales externos que siempre influirán en una o otra forma en la funcionalidad de la organización, puesto que la misma responde a las demandas del exterior.
El tercer supuesto es la homogeneidad de los sistemas, es decir la existencia de una supra armonía.

El cuarto supuesto es la idea del orden preestablecido, es decir la funcionalidad gira en torno a lo que la organización ya establece y no cambia como tal.
El siguiente de los supuestos es el de reduccionismo. Ello implica la separación de las partes del sistema para su análisis posterior. Se estudia cada una para dar una explicación de la conducta de los sujetos y la funcionalidad de la organización.
En el caso del paradigma de la complejidad los procesos de las organizaciones se presentan no ordenables desde el contexto, es decir, su funcionabilidad no es en estricto apego a lo exterior. Se basa en distintos supuesto, uno de ellos es la policausalidad, lo cual significa que la organización y  su respectivo funcionamiento obedecen a múltiples factores  o causas. La propia historia de la organización hace que haya factores los cuales se encuentran vinculados e influyen de una u otra manera en el funcionamiento de la misma.
Ahora bien otro de los supuestos de este paradigma es el equilibrio dinámico, el equilibrio visto desde un proceso de sucesivos desequilibrios transitorios no estáticos que son parte del proceso mismo del funcionamiento de la institución. Ello implica una realidad no estática, sino dinámica en la cual va siguiendo un ritmo ante ajustes y desajustes, crisis que coadyuvan a el establecimiento de un nuevo equilibrio. Esto es un proceso por decir cíclico, donde se llega a un nuevo estado.
La recursividad es vista como los procesos que se cierran sobre sí mismos y se regeneran nuevamente. En el caso del orden en el ruido y a partir del  él, se alude al reconocimiento de una continuidad o estabilidad, resultante de la acción de factores no encadenados, que tienen origen independiente entre sí. Y por último la forma del tiempo, donde en las organizaciones complejas el tiempo es fundamental e irreversible, donde éste mismo no puede usarse en su estado actual para explicar el pasado. Cada organización tiene sus tiempos, sus formas, su funcionamiento y una estructura que le caracteriza, ciclos recursivos y de procesos indistinguibles de cada una.


ENFOQUES DE LA PLANIFICACION EDUCATIVA


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ENFOQUES DE LA PLANIFICACIÓN EDUCATIVA”



·         Asesor: Juan José Rojas
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A 27 de marzo del 2015



INTRODUCCIÓN


La planificación entendida como una sistematización de todas las acciones tendientes hacia la mejora de la institución escolar, es necesario al proceso de transformación de todo centro educativo. Es parte inherente al mismo puesto que de ella provienen todas las acciones que orientaran hacia el futuro deseado. Para ello es necesario planificar las acciones y contemplar las directrices que guiarán todo el proceso de cambio. Sin embargo, ante el tema en cuestión, es sabido que diversas son las posturas y concepciones en torno a la planificación educativa y ello depende en gran medida de las circunstancias a las que nos referimos según cada momento. Así surgen diversas maneras de entender y de concebir los procesos de planificación, hay quienes la conciben de manera muy estructurada y hay quienes continúan realizando prácticas empíricas sin un enfoque u otro realmente definido.
Las maneras de entender y de concebir la planificación educativa, por ende implicará una manera de accionar y de operar en cada centro educativo, de igual manera el tipo de participación será distinta la que nos conlleve a cada proceso diverso.
En el presente escrito se plantean algunos enfoques en cuanto a la planificación educativa y las formas de concebir a la misma. En ellos se definen y se especifican las formas de participación, estructuras y formas de actuar de los agentes educativos implicados en los procesos de cambio.





Por enfoques de la planificación educativa,  se entienden a aquellas maneras de concebir las prácticas educativas y las formas de llevarla a cabo, sus  mecanismos y demás aspectos conducentes a contemplar un proceso de cambio dentro de un centro escolar en éste caso.
Los procesos de la planificación se entienden como las formas y dinámicas que se generan en el trayecto de la práctica educativa a través de las acciones emprendidas.
Ahora bien Joaquín Gairín, nos comparte los diferentes enfoques de la planificación educativa que hacen un análisis sobre las estructuras y funciones organizacionales, perspectivas que nos permiten tener un panorama sobre los factores influyentes, las acciones, las funciones, los agentes involucrados, procesos, dinámicas y demás elementos que interaccionan.
Uno de éstos enfoques es el enfoque racionalista, el cual pone especial énfasis en el análisis de los problemas que existen en la institución y sus posibles causas, las cuales están afectando su funcionamiento. El enfoque busca hacer el análisis de los problemas que se generan al interior como parte de la misma dinámica. Sin embargo, no solo se limita a ello, sino también al establecimiento de  posibles propuestas.
Otro de los enfoques que contribuyen al análisis de las instituciones educativas es el enfoque racionalista. Dicho enfoque se orienta a las acciones que las instituciones toman a favor de mejorar la dirección organizacional. Son dos aspectos sus ejes rectores, uno la calidad, vista como la adecuación del modelo que una institución implementa, con miras a la mejora de la misma. La necesidad del cambio que presentan las instituciones, dando pauta a la apertura de un nuevo enfoque y su implementación tratando de subsanar cuestiones que imposibilitan un buen funcionamiento.
Otro aspecto en que se centra éste modelo, es la innovación, vista como las acciones orientadas a la mejora de la organización de la institución. Éste enfoque busca la implementación de actividades  nuevas que den pauta a la institución a la apertura de nuevas posibilidades que permitan consolidar a la organización como tal.
Otro de los enfoques es el sociocultural. Éste enfoque tiene de relevancia el centrarse en los procesos organizaciones. Con procesos se alude, al análisis de las relaciones interpersonales que se establecen y se generan dentro de una organización, es decir, de aquellas conductas manifiestas como las actitudes, expresiones, el intercambio de opiniones, así como también el análisis de las  percepciones, expectativas, o conductas implícitas. Todo ello es fundamental, porque brinda un panorama  de la institución, así como deja de manifiesto todas las percepciones mutuas que se tienen entre los agentes que intervienen en los procesos. Ello posibilita conocer cuáles son los intereses de las personas, sus inquietudes y de ésta manera el saber cómo poder intervenir en la mejora de la organización de una manera oportuna.
Por su parte el enfoque estratégico situacional, alude a vislumbrar  la institución educativa desde la realidad de la que se parte hasta la realidad deseable. Para ello es necesario trabajar en función de los objetivos pero realizando un exhaustivo análisis de las circunstancias contextuales. Es decir todos aquellos factores que en su momento están interfiriendo en el logro de los objetivos que la institución se plantee.
Por último, Gairín hace alusión del enfoque socio crítico para el análisis de las organizaciones. Éste enfoque busca disminuir las funciones entre lo que desarrollan las organizaciones en su  interior, ante las demandas que el entorno establece. Aquí el directivo juega un papel fundamental, puesto que, para la mejora de la organización, deberá promover acciones tendientes a generar procesos de autoevaluación de los mismos procesos, necesidades, avances, dificultades y demás aspectos para poder llevar a cabo la implementación de acciones que subsanen lo requerido. Para ello, será  menester, generar y promover el análisis de las funciones existentes así como el establecimiento de nuevos compromisos.
Ahora bien, dentro de los enfoques mencionados, también es importante hacer mención de los modelos a los que responden. Uno de éstos modelos que Gairín hace mención es el modelo comprensivo. El modelo comprensivo busca el análisis de las organizaciones a partir del reconocimiento de la existencia de factores influyentes en la dinámica de las mismas. Como parte de un entorno, de un contexto y de la interdependencia de relaciones interpersonales, se genera una influencia hacia las acciones que se emprenden en las organizaciones. Es necesario analizar aquellos factores que repercuten al interior. Es una perspectiva holística, sistémica y de la interdependencia de cada una de las variables y no, una visión reducida y aislada de la organización.


EL CAMBIO PLANIFICADO EN LAS ESCUELAS


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EL CAMBIO PLANIFICADO EN LAS ESCUELAS”



·         Asesor: Juan José Rojas
·         Erika de los Santos Martínez
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A 27 de marzo del 2015



INTRODUCCION


El cambio planificado en las instituciones educativas, actualmente resulta ser un tema de vital importancia  ante los cambios tanto a nivel internacional como a nivel en nuestro país. En lo que respecta en las últimas décadas en el rubro educativo, se ha hecho énfasis en lograr la calidad educativa en cada uno de los países que han sido partícipes de foros y encuentros a nivel internacional.

Sin embargo, la pregunta radica ¿ En cómo lograr un cambio planificado para elevar la calidad educativa y dar respuesta a los estándares internacionales?. Lo anterior no es tarea fácil, por lo que respecta en nuestro país, diversos son los factores que imposibilitan o pueden llegar a obstruir la meta a alcanzar. México es un país el cual carga con una cultura de simulación y de  prácticas educativas empíricas las cuales le han caracterizado durante mucho tiempo, donde se han implementado modelos educativos no acorde a las necesidades reales y por tales motivos, los resultados obtenidos en materia educativa, no son los deseables por el mismo sistema.

En el presente trabajo se plantean una serie de etapas básicas las cuales son bases a seguir para un cambio planificado dentro de las instituciones educativas, las cuales son necesarias seguir de manera paulatina porque representan un proceso en el cual se involucra a todos los agentes educativos pertenecientes al centro escolar.

Es adentrarse a una práctica donde todos trabajan de manera colaborativa acorde al nuevo modelo educativo de gestión, el cual responde a los estándares internacionales y a la reforma educativa última que el sistema educativo implementó.









Para hablar  primeramente de un cambio en la escuela, es menester hablar de lo que alude la palabra “cambio” puesto que las perspectivas o contextos a que nos refiramos puede divergir.  Cambio alude a la modificación de un estado en que se encuentra a otro, el cual puede ser planificado o no. Es decir pasar de un estado a otro. En su caso el cambio planificado se refiere a una visión contemplada de  hacia donde se quiere llegar, en el cual se contemplan una serie de acciones y demás elementos para poder alcanzar el estado visualizado.
El cambio planificado consiste en un proceso de análisis en el que se permite planificar, es decir prever y ordenar una serie de actividades tendientes hacia un objetivo en éste caso común. Lo idóneo es que a nivel institucional, los objetivos e intereses converjan en beneficio del mismo centro escolar.
Ahora bien, para llevar a cabo un cambio planificado a nivel institucional son necesarias diversas cuestiones y varía de cada perspectiva, las fases o etapas por las cuales es necesario trabajar. Sin embargo entre las etapas bases tenemos que es necesario un diagnóstico a nivel institucional, la detección de un problema o las necesidades del centro, un seguimiento o aplicación de acciones tendientes hacia la mejora y un sistema de evaluación el cual permita vislumbrar los alcances de las alternativas de solución y en su caso retroalimentar el proceso.
En cada una de las etapas es necesaria la participación conjunta de todos los agentes educativos del centro es decir, padres de familia, directivos, personal de apoyo y el colectivo docente. Ello implica trabajar en una labor de detección de necesidades o problemas que aquejan al centro y que le impiden avanzar hacia un objetivo en común. Sin embargo muchas son las cuestiones u obstáculo a los cuales podemos enfrentarnos, empezando por las actitudes de resistencia, las cuales aparecen ante el miedo a evidenciar la situación real de la institución.
Ante esto, trabajar en la concientización de los beneficios que pueden implicar adentrarse a este proceso de cambio es menester, puesto que ello facilita el vislumbrar el panorama al que se puede alcanzar con la participación de todos los implicados. Quizá es la tarea más compleja, erradicar esta cultura y estado de confort, en la que no se desea avanzar por miedo a evidenciar debilidades.
Una vez siendo conscientes de los alcances de logro en ésta labor, se puede motivar la participación de los agentes educativos hacia la detección de las necesidades o problemáticas que atañen a la institución. En esta labor de investigación es necesario adentrarse a un proceso metodológico el cual deje a un lado la cultura de improvisación de prácticas meramente empíricas y dar paso a un proceso sustentado y metodológico que arroje  problemas o necesidades reales.
Una vez  contando con una realidad visible, se está en condiciones de pasar a la planificación de acciones las cuales estarán orientadas hacia subsanar las necesidades presentadas. En este caso las acciones deberán estar meticulosamente previstas y planeadas mediante un proceso sistemático que permita atender de forma eficiente y pertinente.
Por último es necesario contar con un sistema de evaluación acorde a todo el proceso llevado a cabo. Esta evaluación permitirá vislumbrar los alcances obtenidos durante todo este proceso  para ello es necesario el diseño de instrumentos de evaluación acorde a las acciones emprendidas y sobre todo al objetivo que se planteó en un inicio. Los instrumentos de evaluación son imprescindibles para medir y valorar  el alcance de todo el proceso.