TEMA: 1 HACIA LA
CONCEPTUALIZACIÓN DE LA EVALUACIÓN.
El tema de la evaluación
resulta ser uno de los temas de vital importancia no sólo en lo que respecta en
el ámbito educativo sino en diversos rubros involucrando a diversos actores
sociales como profesores, administradores, directivos, alumnos y demás sociedad
en general. El tema actualmente cobra importancia dado la política que el
Estado ha tomado referente a la rendición de cuentas, en la génesis de una
cultura de transparencia en cuanto a los procesos diversos que el país toma en
curso.
En el rubro educativo, la
política actual demanda el alcance de la calidad educativa vista como la
respuesta satisfactoria a los estándares de calidad que diversos organismos
internacionales establecen con miras a la mejora del desarrollo de los países.
Sin embargo primeramente es necesario establecer el concepto a que nos
referimos con evaluación puesto que dada su finalidad, existen diversas
perspectivas y concepciones en torno a la misma.
La evaluación se puede decir
es una actividad inherente a la actividad humana intencional, puesto que en el
proceso de la misma persigue un objetivo
en particular, por lo tanto representa un proceso sistemático en el cual se
define y establece un proceso a seguir donde sus variables suelen ser interdependientes.
Así también representa un
proceso de recogida de información para su ulterior interpretación con
referencia a determinados criterios preestablecidos en función del objetivo
general. En dicho proceso se llega a la emisión de un juicio de valor que de
pauta a orientar la acción hacia la toma de decisiones.
La evaluación educativa suele tener dos enfoques, el
cualitativo y cuantitativo. En el caso del primero se orienta a la medición y
cuantificación de las variables existentes. Sus fines son medibles hacia un
producto. En el caso del enfoque cualitativo, se orienta a valorar una serie de
factores como parte del proceso para su interpretación con respecto a los
factores que intervienen en el proceso.
Las funciones de la evaluación son interdependientes
al enfoque desde que sea tomada,
teniendo la función formativa o sumativa según sea el caso. En lo que respecta
a su función sumativa, es orientada al proceso, orientando su análisis hacia
todos los factores que intervienen en el mismo, así como al análisis de las
variables existentes. Su finalidad es la mejora y el reajuste del proceso para
retroalimentar el mismo y contemplar las debilidades y fortalezas de todo el
proceso evaluativo.
Por su parte su función sumativa es orientada al producto
o en su caso a los resultados obtenidos. En lugar de valorar el proceso, mide
los resultados con fines a establecer sólo calificaciones cuantificables.
En el caso del enfoque
cualitativo, existen diferentes momentos para su realización, para poder estar
en condiciones de valorar todo el proceso formativo.
Evaluación inicial: se realiza al inicio de todo un
proceso, sea del curso académico o de la
implantación de un programa educativo, del funcionamiento de una institución
escolar, etc. Consiste en la recogida de datos en la situación de partida que
permita vislumbrar el panorama inicial. Es imprescindible para iniciar
cualquier cambio educativo, para decidir los objetivos que se pueden y deben
conseguir y también para valorar si al final de un proceso, los resultados son
satisfactorios o insatisfactorios y con ello poder realizar ajustes orientados
a la mejora del proceso.
Evaluación
procesual: alude a la valoración a través de la recogida continua
y sistemática de datos y de una serie de información, del funcionamiento de un
centro, de un programa educativo, del proceso de aprendizaje de un alumno, etc.
a lo largo del periodo de tiempo fijado para la consecución de unas metas u
objetivos. La evaluación procesual es de gran importancia dentro de una
concepción formativa de la evaluación, porque permite tomar decisiones de
mejora sobre la marcha y realizar ajustes en torno a lo preestablecido.
Evaluación final: consiste en la recogida y valoración de
unos datos al finalizar un periodo de tiempo previsto para la realización de un
aprendizaje, un programa, un trabajo, un curso escolar. Permite valorar todo el
proceso y llegar a los resultados finales de lo que se está evaluando. Con ello
se puede llegar a comparar el punto de
partido hacia la conclusión de todo el proceso.
Como se puede apreciar es imprescindible establecer en
todo proceso evaluativo un objetivo general lo cual oriente las acciones a
implementar en el mismo. Definir el enfoque bajo el cual se rija así como las
funciones a las cuales se va a referir. Esto representa contar con una guía
metodológica la cual oriente todo el accionar de la evaluación misma. Todo ello
dará pauta a establecer funciones, instrumentos de evaluación, momentos entre
otras cuestiones.
25 de abril del 2015